Refuerzos con Historia III: Paulo César Wanchope

Pocos jugadores suelen tener tanto vértigo en su carrera como Paulo Wanchope. Héroe nacional en Costa Rica y con muchos años jugando en Inglaterra, “La Cobra” llegó en el 2006 después de hacer historia con la camiseta de su selección para ponerse la camiseta de Rosario Central y jugar el Apertura de ese año.

Los primeros pasos como profesional los dio con 18 años cuando debutó en el Herediano de Costa Rica y con sólo 21 se fue a Inglaterra donde inició un periplo de 7 años en los que vistió las casacas del Derby Country, el West Ham y el Manchester City. En el país británico jugó 94 partidos y metió 24 goles. 

Nada mal.Pero nada de esto lo hizo conocido entre los argentinos.

En el 2001 todavía se jugaba la Copa América cada 2 años y a Colombia le tocaba organizar la primera del siglo XXI. Un pequeño detalle fue que los cafeteros estaban en pleno conflicto armado, los atentados se sucedían, las FARC asechaban y el miedo invadió a las megas figuras de los equipos más grandes. Así se bajó Argentina y Brasil llevó un equipo sin figuras, dejando de animadores al local, Uruguay y los centroamericanos Honduras y Costa Rica.

Aunque los Ticos se quedaron afuera en cuartos de final la campaña fue sorprendente y ganaron su grupo encabezado por un nueve morocho de nombre chistoso, Wanchope. 

Los argentinos miramos la Copa por aburrimiento y como teníamos que hinchar por alguien los goles de “La Cobra” (apodo que le puso el diario Olé en esa Copa) se gritaban en tierras criollas. Metió 5 tantos en 4 partidos y así se ganó un nombre en nuestro país y un lugar en nuestros corazones (?).

Después le metió un gol a Brasil en el Mundial Corea Japón 2002 y desapareció. El nivel del delantero cayó y se le fue perdiendo el rastro por nuestras tierras.

En el 2004 fue al Málaga donde no tuvo éxito y paso al Al-Garafah de Qatar en el 2005. Lejos de su nivel y la alta competencia, volvió al Herediano en el 2006 para llegar lo mejor posible al Mundial de Alemania 2006.

La vuelta a los pagos le sentó bien y en la cita mundialista se puso de vuelta en las primeras planas (?) al convertirse en el primer costarricense en meter dos goles en un partido mundialista. Fue en el debut contra el local Alemania. Aunque fue victoria 2-4 para los germanos.

Así llego a Rosario. Con fama de estrella mundial, aunque su rendimiento fue bueno y pudo meter 5 goles en 14 encuentros la relación distante que tenia con el DT de Central, Néstor Gorosito, lo llevo a negociar su salida.

Dejo como grato recuerdo un gol a Newells en un clásico.

Se retiro joven por problemas en su rodillas, fue entrenador de su querido Herediano y ahora está haciendo 

otro curso de técnico en Inglaterra.

Refuerzos Con Historia II: Alberto García Aspe

Todos saben que el fútbol argentino no es fácil y cuesta adaptarse a él. Muchas veces el entorno del jugador en cuestión ayuda a acelerar ese proceso. No es el caso del mexicano Alberto García Aspe.

Eran mediados de los 90 y el mercado de pases argentino había arrancado hacía rato su lucha por ver quien traía al refuerzo más raro. Así cae Alberto García Aspe en River, el primer azteca en ponerse la camiseta del millonario. El jugador había debutado en los Pumas de la UNAM en el 1984 y fue elegido dos veces como el mejor novato de la Liga Mexicana en las temporadas  84/85 y 87/88 (¿Cómo se puede ganar dos veces un título al mejor novato?).

Por eso, después de una gran Copa América con México (Ver video adjunto) y jugar el Mundial de Estados Unidos 94 (Donde erró por única vez un penal con su selección, cuando fue eliminada ante Bulgaria) River decide traerlo en 1995. La operación fue a préstamo por US$500.000 y el Beto rechazo ofertas de España para ir a Núñez.

Todos los chiches y comodidades tuvo el Beto para acomodarse en  el país. Un piso en las cercanías del estadio Monumental, una limusina con chofer y el mismo sueldo que Enzo Francescoli, figura de aquel equipo. Tan cómodo se sintió García Aspe que habrá dejado las ganas en su departamento. No llego a jugar un partido entero, cuando no fue suplente salió en el segundo tiempo sin cumplir nunca con las expectativas riverplatenses.

El periplo que había comenzado en  Agosto y llevo a la monstruo mexicano Televisa a transmitir los partidos de River en tierras aztecas termino sin pena ni gloria en diciembre.

La carrera del García Aspe, por supuesto, no termino ahí. Volvió a México donde se reencontró con su nivel vistiendo la camiseta del Necaxa.  Fue elegido mejor jugador de México en 1999 cuando vestía la camiseta del América y se retiró en el 2003 jugando para el Pachuca. Se destacó en su selección donde jugó 109 y marcó 21 goles. También ganó la Copa de las Confederaciones en 1999 y jugó dos mundiales más (Francia 98 y Japón/Corea 02).

Hoy es comentarista en los partidos de la liga mexicana. Para Televisa, lógico. 

Refuerzos Con Historia: Alphonse Marie Tchami

La historia del futbol argentino está llena de jugadores del extranjero. Muchas veces se necesitó por escases en el mercado local o por que la plata sobraba (?) recurrir al mercado internacional. No siempre dieron resultados esos refuerzos, pero igual hicieron historia en el futbol argentino. Puede ser porque nada bueno quedo de su paso, por las expectativas que generó o, como en este caso, por su nacionalidad.

No son muchos los negros que se calzaron una camiseta en el ambiente local, pero sin duda el más famoso es Alfonse Marie Tchami, ex Boca Jrs (club al cual en los noventa le encanto traer este tipo de jugadores exóticos).

Boca quería recuperar la grandeza y volver a ganar títulos, por eso buscaba fichar un delantero de peso. En Europa, por la UEFA el Odense de Dinamarca dejaba afuera al Real Madrid con una brillante actuación del joven camerunés. Esa actuación y participación en el Mundial de Estados Unidos llevaron a los Xeneizes a comprarlo por U$S1.666.000. Una suma importante más allá del uno a uno que había en Argentina.

Pese al cariño con el que lo recibió la hinchada de boquense Tchami duró sólo dos años en Boca. Dejó un saldo de 11 goles en 50 partidos que no sirvieron de mucho para Boca, que cada vez se reforzaba más y relegaba a Tchami cada vez más. Así pasó de refuerzo estrella a ser utilizado sólo para el 225 cuando tenía que jugar con su selección. Lo único por lo que es recordado por todos es un gol a River en el Monumental, en una victoria 4-2.

Así se fue, sin pena ni gloria, más recordado por su color de piel y su nacionalidad que por sus goles y gambetas (si es que alguna vez tiró una). Lo vendieron en U$S 1.100.000 al Herta de Berlín. Después jugó el Mundial de Francia 98 y pasó por Rusia, Escocia, China y Emiratos Árabes. En Oriente vistió los colores del Al Wasl, que en la actualidad dirige Diego Armando Maradona.

Historias Minimas - La Musica y el Fútbol

Los cantitos de cancha en las tribunas lograron unir dos mundos que a simple vista parecen extremos. El Fútbol y la Música. Dos pasiones argentinas que mueven multitudes y generan todo tipo de pasiones.

Carlos Gardel

El Zorzal Criollo era famoso en todo el mundo. Se lo considera el inventor del “Tango-canción” y su disco “Mi Noche Triste” vendió más de cien mil copias. Llegó a hacer giras por países Latinoamericanos que arrancaban en Argentina y pasaban por Uruguay, Chile, Brasil, Puerto Rico, Venezuela y Colombia (donde falleció en un accidente de avión en 1935). Tubo la particularidad de nunca quedo clara cuál era su nacionalidad, sus países de origen siempre variaron entre Uruguay, Argentina y Francia. Siempre será un misterio.

Así y todo, mostró un apego sentimental a los dos países rioplatenses. Fanático del fútbol Gardel fue amuleto de ambas selecciones en el Mundial del 30.  Unos días antes del  torneo el as del tango visitó a las delegaciónes Argentina y Uruguayas, por separado por supuesto, para cantarle parte de su repertorio (como había hecho antes de la final de los Olímpicos en Ámsterdam 28, cuando Uruguay le ganó a Argentina 2-1)

Cuando le preguntaron cuál era su candidato, optó por esquivar el conflicto y respondió: “Los del Rio de la Plata serán difíciles de vencer. Si llegan los dos a la final habrá que tirar una moneda, los dos juegan un futbol muy vistoso”. En fin, algo casetera la declaración de Carlitos.

Germán Burgos

El Mono es guitarrista y vos principal de la banda The Garb (editó su cuarto último disco en el 2005, “Abismos”).  En los distintos álbumes participaron artistas de la talla de Botafogo, Claudia Puyo, Pancho Varona y el ex Riff Juan Antonio Ferreira. Hasta llegaron a realizar giras por España en el año 2008 junto a la banda Vargas Blues Band. En el 2003 fue operado de cáncer de pulmón y se salvo para volver a los escenarios. 

También lo conocen por haber ganado 7 títulos con River y ser el arquero que volvió a Primera con el Atlético de Madrid. Fue arquero de la selección argentina y tuvo la suerte de viajar al Mundial de Corea Japón 2002 con grandes chances de ser titular (el entrenador de arqueros Ubaldo Fillol lo había recomendado ante el técnico Marcelo Bielsa). Un revés de último momento del DT lo mandó al banco y termino siendo un espectador de lujo de cómo su equipo se volvía en primera ronda.

Fernando Pandolfi

El camino transitado por el Rifle para convertirse en jugador/músico fue distinto al del Mono Burgos

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Fernando empezó a concentrar con el plantel de primera de Vélez en 1993. Esos fueron sus primeros pasos como profesional. Dentro de la cancha, pintaba para crack. Afuera, su compañero Carlos Compagnucci siempre llevaba su guitarra a la concentración y ahí empezó su contacto como intérprete con la música (según le confesó el propio Pandolfi a Rock And Pop).

La carrera del Rifle lo llevo de Vélez a su única experiencia europea en el Perugia aunque una temporada después volvió a Liniers. Carlos Bianchi lo llevó a Boca donde nunca pudo alcanzar su nivel y volvió por tercera vez al Amalfitani para jugar el último año de su carrera.

Cansado por los manejos del futbol profesional, Fernando se retiró joven, cuando ni tocaba los 30. Ahí se dedico full time a su banda Mil Hormigas donde intentó hacerse un hueco en el mundo del Rock. En 2011 la banda se disolvió hasta nuevo aviso aunque quedo en el corazón de la gente (?), que le hiso un grupo deFacebook pidiendo la vuelta.

Atlanta, el corazón de Villa Crespo

La historia siempre deja una marca en la vida de cada persona, eso seguro. Pero sólo aquellos que aman el futbol en su estado puro saben lo que se siente que un evento deportivo marqué un antes y un después en su existencia. Hasta puede ser en marcador cotidiano y como escuché afirmar a uno en un villar de Villa Crespo: “Vos al barrio te viniste en el 86, cuando se jugaba el Mundial…”. La referencia era el Mundial. El fútbol.

 

Así marca la piel el futbol. Queda en el cerebro y en el corazón. Villa Crespo respira fútbol y tango desde cada esquina en la que prestas atención. Ahí en Corrientes y Humboldt esta la cancha de Atlanta al límite con Chacarita, el eterno rival que mudo su casa para San Martin. Mucho es el amor al club “bohemio” que estuvo al borde de la quiebra en la década del noventa y naufraga por el asenso desde 1984.

Con la vista puesta en la variedad azul (un azul algo violáceo) y amarilla que entregaba el barrio y después de escuchar al señor citando al mundial empecé a preguntar a la gente que vive allí: “¿Cual es el recuerdo deportivo que te hace más feliz?”

No es sorpresa que todos aquellos cercanos al club (principalmente los jóvenes) vean al Atlanta campeón de la B Metropolitana como su recuerdo más feliz. Matías, empleado de una casa de ropa deportiva cuenta: “El barrio fue una fiesta desde el titulo. Costó mucho y se regaló la gloria que teníamos, estamos en camino a la recuperación”

Villa Crespo de 100% Atlanta. En la Avenida Corrientes hay dos bares tenidos con camisetas y banderines del club. Ahí la fiesta se multiplica. Los dueños y los clientes triplican en edad a Matías, el de la casa de deporte. Ellos viven del mundo Bohemio desde hace años, sin embargo Alberto, un habitué de uno de los bares cuenta: “Fue lindo haber visto a Atlanta en primera jugando contra los grandes, pero peor fue verlo descender dos categorías y casi desaparecer por la quiebra. Verlo campeón de vuelta fue la alegría más grande”.