A fines de la década del 30, España se sumergió en una guerra que duro años y firmaría el exilio de nuestro el ex San Lorenzo de Almagro Isidro Lángara.
Fue en el año 1936 cuando estalló la guerra. El bando Republicano y el Bando Nacional empezaron una lucha que terminaría en 1939, cuando el generalísimo Francisco Franco firmo el ultimo parte de guerra (iniciando una dictadura que terminaría recién en 1975, después de su muerte)
Al año siguiente de estallar la guerra el primer mandatario vasco, también conocido como lehendakari, José Antonio Aguirre se decidió a armar un equipo con los mejores jugadores de esa región. Estos viajarían por Europa juntando fondos en el exterior para los refugiados y difundiendo a la república por el viejo continente. El conjunto seria conocido como Euskadi.
Con jugadores del Barcelona, el Athletic y el Madrid, una de sus principales figuras venían del humilde Oviedo: Isidro Lángara Galarraga.
El vasco venía con un curriculum intachable. Había llegado a un Oviedo en segunda, lo ascendió a primera y ahí fue tres veces consecutivas el goleador (Temporadas 34, 35 y 36). También jugó el mundial de Italia en 1934 y aunque sólo pudo disputar dos partidos debido a una lesión. Ahí se dio el gusto de meterle dos goles a Brasil para dejarlo afuera. En 1936 jugó su último partido con la selección de España.
Así emprendió su periplo por Europa con Euskadi. La gira venia bastante bien y las exhibiciones se sucedían en países como Francia, Checoeslovaquia, la Unión Soviética, Noruega y Dinamarca (donde le propinaron un duro 11-1 a la selección local).
En medio de la gira, se enteraron del bombardeo a Guernica y, al poco tiempo, la entrada de las tropas franquistas a Bilbao. Las posibilidades de volver para un equipo que representaba sobre todo a al país Vasco eran mínimas.
Sin lugar en el viejo continente, partieron para Cuba y México, donde después de ganar casi todos los partidos amistosos se anotaron para jugar la Liga Mayor del Distrito Federal bajo el nombre de Deportivo Euskadi.
Ahí la historia de Lángara ya no fue a la par del equipo Vasco (que se disolvió ese año y no volvería a jugar hasta 1979). Con todas las pompas y acompañado de sus compatriotas Ángel Zubieta, Emilín Alonso y José Iraragorri llegaron a San Lorenzo donde, pese a hacer historia con ese equipo nunca llegaron al título.
Lángara igual se destacó y en la temporada de 1940 fue el goleador del torneo argentino. Esto sin tener en cuenta que en 1939 cuando debuto, en el Gasómetro ante River (por aquel entonces era el equipo de “La Máquina”), Isidro metió cuatro goles en los primeros 35 minutos de juego.
Aunque fue corto porque en 1943 volvió a México para jugar en el equipo España, le quedó un gran recuerdo de nuestras hinchadas: “La suerte de goleador me juntó con los hinchas. Sentí nunca ser campeón porque teníamos un gran equipo. El público era el más fanático de los que conocí. Gritaban antes, durante y después. Cada gol era un estallido en el estadio”.
Ya con 34 años volvió al Oviedo donde nunca pudo ser el mismo pero se dio el gusto de volver a vestir los colores de su amada camiseta que lo habían hecho triunfar y llegar a la selección (logró el asombroso record de 17 goles en 12 partidos jugados).
El mismo definía a su estilo de juego como muy potente: “Mi fuerte era rematar con ambos perfiles, en cualquier posición buscaba la puerta. Cuando percibía que la ocasión era propicia, no dudaba”.
Isidro falleció en 1992, a la edad de 80.
NdR: Las declaraciones textuales fueron sacadas de una nota del Diario Popular a Isidro Lángara publicada el 03/01/1988.
