Refuerzos con Historia XI: Custodio Mendes

Aunque en la temporada 81 ya había debutado en Primera y se destacó en el Estudiantes campeón del Nacional 83. Fue con los colores de Temperley, en 1985, cuando Adriano Custodio Mendes le mostró su mejor nivel al mundo. La particularidad de este jugador es su nacionalidad: Portugués y su condición de trotamundos: Jugó en 17 equipos.

Custodio nació en Cabo Verde, África, en el año 1961. Para ese entonces, el país africano era una colonia de Portugal y aunque se independizó en 1975 el “negro” mantuvo la nacionalidad. Cuando tenía 12 años, en 1973, y se radicó en La Plata donde ya vivía su hermana. Sus primeros pasos en el fútbol fueron en Gimnasia de LP, que lo cobijó hasta la séptima división. Después se cruzó de vereda y pasó a Estudiantes de LP donde jugaría sus primeros años como profesional.

Sin lugar en el León, se fue al sur del gran Buenos Aires en busca de continuidad. El año 1985 ficha para Temperley, donde se volvería ídolo. Ya retirado declaró sobre su paso por el Celeste: “Fue mi despegue futbolístico. La libertad que encontré en este club no la tuve en ningún otro lado. Me permitió proyectarme al fútbol europeo. Es un club con el que tendremos un amor interminable”.

Es verdad que le permitió proyectarse al futbol europeo, después de jugar la primera mitad del 85 en Temperley, en junio se fue a un equipo de su país: Marítimo. Seis meses duró su periplo en el viejo continente. No rindió como se esperaba y para el 86 estaba de vuelta en el Celeste. Se volvió a ir a mediados de ese año.

Aunque lo quiso Alfredo Di Stefano para llevarlo a Boca, la comisión de Temperley no arregló los números con el Xeneize y se terminó yendo al Blooming de Bolivia. Después pasaría por el Táchira venezolano y Danubio de Uruguay.

En la temporada 1989/90, Custodio ya no tenía el prestigio que había ganado a mediados de los ochenta. Sin embargo lo fichó Colon de Santa Fe para jugar la B Nacional. Al año siguiente seguiría en la misma categoría pero defendiendo los colores de San Martin de Tucumán.

Después su nivel bajó de forma notable y entre los años 1991 y 1996 jugó en: Racing de Olavarría, Santiago Wanderes de Chile, Chacarita Jrs (en la C), el Iquique chileno, Universidad de Hondura, el Roble de El Salvador y, como para cumplir un sueño frustrado, en el 96 fichó para Boca….pero el de Bariloche.

Con 37 años y la cabeza en el retiro, volvió una década después a su querido Temperley.  Jugó 18 partidos y metió dos goles. Después de una seguidilla de malos resultados el equipo cambio de técnico. El nuevo DT relegó a Custodio, que se vio forzado a colgar los botines.

Así termino la carrera de un jugador que con menos de 50 partidos y con sólo 9 goles le alcanzó para hacerse ídolo de un club.